Es lo que te estoy diciendo

Si digo que hay un malentendido es que no nos estamos entendiendo; si no escuchas lo que digo ya estoy pensando en otra cosa para cuando escucho lo que dije. El malentendido pasa por desencuentros y se multiplica en la infinidad de los momentos en los que dices: “no me encuentro”. Más de una vez busqué tu nombre mientras hablabas, pero me distraigo y aunque quiera es tarde para encontrarlo.

Si digo que te extraño el sentido de la oración no pasa por el sentimiento. Existen lugares vacíos y puertas cerradas, siguen existiendo, sin embargo un montón de preguntas erradas y guardadas desde ayer en el cajón de los zapatos. El sentido de este texto pasa más bien por el decir, pero no se queda; pasa y entonces tú significas después de que yo digo. Ergo, te digo que te extraño y no deberías llorar. Aun así con llanto y con olvido me sobran los lugares, me divierte la desgracia y sigo sin querer hacer esa revolución de la que hablan.

Si digo que no entiendo estoy hablando de las mil maravillas y de toda la traición involucrada. Una bruja se robó al pueblo y a nadie le importa la corona, las inquietudes del conejo pasan por la fama y la fortuna. Aquí ya se detuvo el tiempo y bajo la quietud se resguarda escondido el argumento. Te digo que no entiendo cuando el alfil sacrifica reinas y el rey aplaude sobre la sangre. Desde que se apagó el cigarrillo el Rey anda buscando a ver que droga lo acomoda, pero cuando se descubre el viaje le incomoda y regresa a ser otra vez una pieza.

No hay manera de entender los tableros rompecabezas que se arman con tres colores y piezas de otro juego; aquí sólo hay polución y si el humo no te mata entonces me mataré yo para que la reina de nuevo se corone. Si digo que no entiendo es porque aunque quiera Alicia no es la dueña de este cuento.

Si digo que me arrepiento pasa totalmente por el sentimiento, pero si lo pienso retrocedo… me arrepiento y ya no lo siento sólo pienso distinto. Arrepentirse es ir a través de algo y luego no, pero si vas de nuevo y después te retiras significa que estas otra vez en el mismo lugar… hagamos un nuevo intento: yo voy, pero me arrepiento. Para regresar es necesario pasar por un sentimiento dos veces, pero la tercera de ellas es también arrepentimiento, por eso no estoy diciendo arrepentimiento sino que me arrepiento.

Si digo que sé de lo que hablo y que busco una excusa para divulgar sentido, entonces lo que estoy haciendo es que miento, por eso en el proceso de este sentido no te creo lo que digo y más bien comienzo a divagar en otro momento. Es mejor así; mejor no digo malentendido, que te extraño, que no entiendo o que me arrepiento porque no sé de lo que hablo.

Definición geométrica de un Cuitláhuac

Soy, pero soy otro. También soy aquel hombre que persiste en recordar el nombre. Soy fundamentalmente una costumbre, pero las horas no pasan como pajaros y estas horas son como los días.
Me voy llevando a cuestas pocas, pero malas obras; escucho, toco y siento en mis manos a los cientos de muertos y todas las conversaciones comienzan y terminan con los difuntos.
En una caja de arena guardo un cementerio. Soy, pero no puedo ser otro, la condición, el entorno, o el calor que hace en las mañanas me devuelven al agua y me ahogo. Quisiera ser otros, rescatar la otra vida del olvido. Debo olvidar primero esta aunque no pueda dejar de ser otro para volver a ser aquel.

Soy, pero soy otra vez muchos, todos los que puedan en este nombre.

Los padecimientos de la Nación

Al final de la línea
Cuando todo esto termine estaremos vomitando palabras sueltas que no significarán nada, pero poseerán su sentido propio, a las últimas líneas no las dominará el tiempo, la verdad o la lógica, la ortografía no significará nada en la sintaxis oscura de los últimos días del lenguaje. Un día, en el de las últimas palabras, nadie sabrá en donde quedó México. Eso pasará cuando la basura de la conciencia derrita los polos del pensamiento. Nada más podrán vociferarse las palabras que reconfiguren la geografía de los sistemas. Significará que las conciencias que logren escapar vivirán con miedo, pero conseguiré la libertad a pesar de las bombas, la inflación, la ignorancia, la violencia y al final yo también seré libre. Aunque en el último intento renuncie a la cordura, encontrare el águila en el nopal después de revelarme en la más utópica de las revoluciones con caudillos valientes y pueblos embravecidos. Cuando todos los ídolos de oro y plata se derrumben erigiré sobre sus escombros las imágenes de carne de mis propias deidades. Esperare el día en que las utopías derroquen el poder del ignorante.
Surrealismo nacional
En el año de 1924 Andre Breton publica el manifiesto surrealista, con lo que se convierte, acto seguido, en el fundador y líder del movimiento. El surrealismo surge a partir del Dadá, por ello enfatiza el papel del inconsciente en la actividad creadora, pero pretende a diferencia del Dadá (Nihilista por vocación propia) tratar de utilizar las intervenciones del inconsciente en el proceso creador de una forma más ordenada y seria.
México es el país surrealista por excelencia; una obra surrealista construida inconscientemente. Aquí los demonios traen sotana, los periodistas dicen para desinformar, las piñatas las rompen los ricos para que los miserables peleemos por recoger un poco de limosna que es arrojada al fango. Los actos totalitarios de la razón y el sentido común se han ausentado hace mucho tiempo. El absurdo y la irracionalidad creadora del surrealismo han sido tan explotados en la construcción y en la información del país que no hay respuesta que la razón pueda otorgar cuando de México se trata.
Se viene construyendo un país bajo los intereses de unos cuantos que pretenden ejercer su dominio más allá de las mentiras propias del presente y ya comienzan a dibujar una nueva historia más “conveniente” que no tenga estorbosas verdades y sí las más útiles de las mentiras para corregir la bochornosa impresión que causan los sucesos del pasado nacional. Perplejos ante el cambio de valor de los argumentos las personas en México debemos a aprender a sobrevivir la desinformación y la ausencia de la lógica en un país que no pudo haber sido concebido ni en el más absurdo de los desvaríos de un Dios distraído y confundido. Las correcciones sutiles a nuestra historia forman una coherente verdad abaratada que no por zurcida deja de ser la historia oficial, porque no deja de funcionar para quien sustenta el poder y puede contar su versión de los hechos como la verdad de las cosas mismas.
Que la América es libre e independiente de España y de otra nación, gobierno o monarquía, y que así se sancione, dando al mundo las razones*
Con la declaración de autonomía del territorio nace la nación mexicana, pero nace como sublevación, como protesta revolucionaria que a su vez nace en la sospecha de ser todos iguales. Pronto nos habríamos de dar cuenta de la inviabilidad de nuestros sueños, declararnos igual a todos y que las demás naciones así lo pensarán. La historia de México registra el saqueo, la invasión de los otros pueblos, siempre más poderosos y ambiciosos, que han sabido relevarse para mirar en América un territorio abundante del que se pueden seguir enriqueciendo a perpetuidad.
El ideal de independencia se ha convertido en sueño de unos cuantos locos que siguen creyendo irracionalmente en la buena voluntad de Dios para con la América o en el reclamo iracundo de los más oprimidos que ya no pierden nada en la revolución, pero que por ello tampoco han sabido ganar nada en las guerras independentistas o en sus movimientos aislados. México no es independiente, no ha sabido dar al mundo sus razones y mientras el aparato de estado ha buscado subirse al barco de la globalización presiona con más fuerza a la masa para que sostenga un sistema que ya demostró no ser competente ni funcional siquiera en cuanto a soportar la responsabilidad de vivir en libertad como pueblo.
Todavía después de ser libres debimos buscar la forma de gobernarnos y hemos tenido nuestras erratas. No supimos ponernos de acuerdo en el valor de nuestra libertad; internamente nunca estuvimos de acuerdo en el ejercicio de nuestra libertad y más difícil resultó darle al mundo las razones que justificaban nuestra autonomía.
Que la Soberanía dimana inmediatamente del Pueblo, el que sólo quiere depositarla en sus representantes dividiendo los Poderes de ella en legislativo, ejecutivo y judiciario, eligiendo las Provincias sus vocales, y estos a los demás, que deben ser Sujetos sabios y de probidad*
Intentemos por un momento quitarnos la “x” de la frente para no embriagarnos de idealismo-patriótico; bajo la sospecha de que el panorama nacional exija más de un análisis estructural de su estado que de sentimentalismo nacional y de la plastificada soberanía que todos los días se proyecta sobre el tecnicolor plasmoso que maneja al país desde hace tanto, alejémonos pues de la desinformación y vamos pues al asunto este de la soberanía.
Sabemos que no existe en ningún lugar del mundo una democracia perfecta, aún así no podríamos rechazar el modelo democrático como la forma de gobierno más cercana a garantizar los derechos fundamentales de las personas, esos que todo mundo posee, pero que casi nadie reconoce. La democracia es esencial en la formación del idealismo nacional, no habría otra manera de gobernar aquí; la diversidad de los territorios y de las personas en el interior del país exigen una forma de gobierno capaz de salvaguardar su derecho a ser gobernados por sujetos sabios y de probidad.
Es cierto que antes de buscar la forma perfecta de gobierno la pobreza, el analfabetismo y la injusticia son problemas crónicos de la salud nacional, pero como renunciar al funcionamiento adecuado si sabemos que las complicaciones se multiplican y no logramos ponernos a funcionar como colectividad.
“Seguramente vale más pugnar por conseguir una situación mejor, aun cuando nunca hubiese de lograrse tal estado, que enfrentarse con la realidad actual, imperfecta y condenable por más de una razón. Vale más esperar que conformarse”1 (Antonio Caso)
Y acaso el principal problema en la búsqueda de nuestro estado ideal no es que nos haya detenido nuestra pereza-soberbia sino que intentamos buscar nuestro gobierno por encima de nuestros gobernantes. Hemos equivocado nuestras formas tantas veces que olvidamos nuestra esperanza en el objetivo, abandonados en nuestras derrotas olvidamos perezosamente que tenemos responsabilidades y con la soberbia de bandera declaramos que ya hicimos todo lo que pudimos haber hecho. Nos conformamos al final con imaginar la llegada de los héroes que con sus mágicos poderes resolverán todos los conflictos de nuestro imaginario colectivo e individual. El héroe entonces se convierte en el depositario del poder de la raza, en la máxima expresión de la voluntad colectiva. Imaginamos con tanta necesidad a nuestros héroes que los hacemos reales y los lanzamos al mundo revestidos con nuestros propios poderes.
Y por un tiempo todo estaba bien, pero todos los héroes contraen caudillitis tarde o temprano y les da por gobernar fuera de la ley, sobre la ley y al final de su etapa crónica, en contra de la ley. Ebrio de caudillitis la persona depositaria de la magia de gobernar se convierte en un rey totalitario que anula sus propios poderes porque sólo pueden tener efecto en la democracia que su enfermedad destruyó.
Que se quite la infinidad de tributos pechos e imposiciones que más agobian, y se señale a cada individuo un cinco por ciento en sus ganancias, ú otra carga igual ligera, que no oprima tanto…*
Los impuestos son ridículos, se cobra por vivir en México una renta altísima, Hacienda cobra por el hecho de estar, las grandes empresas pagan cualquier pendejada y a las personas por respirar. Inventar impuesto. Recaudación por encima de la inversión. La era del dinero electrónico, la vuelta de las tiendas de raya. Los caciques, los bancos, el dueño del dinero posee la vida de los demás, cuantas vidas puedo comprar, cuantas personas puedo manipular, el poder me viene bien. Yo soy Forbes.
Los programas contra la pobreza se gastan en comerciales y despensas que se reparten sólo cuando hay campaña política o cuando hay cámaras cerca y se tiene que poner una bella sonrisa ante los medios. La política de saqueo prevalece en el país y seguimos viviendo en un entorno de desconfianza y la delincuencia es ya parte de la vida de miles de mexicanos que se cansan de buscar las oportunidades, frente a otros tantos que se cansan de ignorar las enormes cantidades que le aparecen en las getas. Ya no hay virreyes, pero el país lo dominan las pocas familias que controlan el dinero. La formula: Poder, dinero, información y control funciona bajo el disfraz de una democracia inexistente. La publicidad del estado, mercadotecnia de la verdad. A dos pesos el proverbio, tres por metáfora, todo tiene su precio. El poder de la repetición. La magia de que creas que todo pasó como te repetí, un millón de veces, que pasó. Fabrica de ensueños. Los impuestos. Los bancos y los goles, las casas. Las ganancias de las televisoras, lo que gastan en beneficencia, recaudan el dinero de los que quieren ayudar y lo reparten, el que parte y reparte, le toca la mejor parte.
¿Por qué estas tan triste?
Por qué estoy tan triste, por qué soy tan miserable, por qué mi presente es tan confuso y mi destino tan obsceno. Porque he vivido arrancado de mis raíces y de mis creencias. Nunca he valorado seriamente la posibilidad de superar mis limitaciones, jamás he actuado por decisión propia, me he dejado llevar por los comentarios de los otros e intento cambiar mi pasado sin conocerlo todavía. Creo ilusiones basado en la pereza y la soberbia. Mi pasado se ha perdido gradualmente entre las capas de irrealidad que han ido agregando los ganadores de las batallas políticas, las revoluciones nunca han sido un cambio y sí han sido disputas de poder que prolongan el tiempo en el que me han estado saqueando. Ya no existo más allá de la llegada del español. Soy una mezcla de malos atributos que crearon un hibrido que no es amo ni esclavo, es siempre exactamente el caso contrario. Por eso estoy triste, esa es la razón por la que me siento miserable cada vez que me pienso, cada vez que recuerdo o imagino, así de contaminada está mi alma; llena de rencor no puede actuar por otras causas que no sean la pereza y la soberbia.
Mis revoluciones siguen siempre el ideal increíble de la utopía perfecta, ebrio de humanidad he querido ignorar la realidad y persigo al interés de la felicidad prometida, mis caudillos siguen cayendo en las manos de los más vivos. Mis héroes han caído en la traición por querer cambiar las leyes de un mundo al que no entienden, pero todos los que saben se aprovechan y guardan con fiereza el tesoro que no alcanzarán jamás a gastarse solos. Acaparan, ultrajan, abusan, pervierten y maquillan mi paisaje para convertir mi tradición en acciones de valores en la banca mundial. Por eso estoy triste, porque no he podido encontrar a nadie en toda mi tierra que no sea normal, que rompa una regla injusta sólo por ser injusta y no para obtener su propio provecho. Y además mira a mis hijos: La educación en el estado de castigo, alienación. Los niños son perseguidos por el estado como mentirosos. Después de que olvidamos la importancia de brindar educación comenzamos a temerle a la ignorancia. Nadie enseña, los que aprenden lo hacen descubriendo por su cuenta lo necesario para sobrevivir el mundo, las enseñanzas se guardan para los que pueden pagar su membrecía en el club del oscurantismo. Una sociedad de control que se manifiesta en sus crueles embates, la libertad acorralada en cárceles cimentadas sobre el desconocimiento. México es el país en el que lo inimaginable siempre es la respuesta más complicada para el problema más simple. Así se conjuga México, profesores al grito de enseña…
Desde aquí corre la última línea: Verde. Blanco. Rojo. Águila-serpiente. Patria. Estado. Ciudadano. Política. Educación. Niños. Escuela. Ausencia. Difusión. Historia. Esperanza. Soberbia. Pereza. Violencia. Miedo. Narco. Policía. Ejercito. Soberanía. Delincuencia. Privacidad. Privatización. Honestidad. Corrupción. Enfrentamiento. Costumbre. Decisión. Participación. Instituciones. Constitución. Impuestos. Explotación. Amo. Esclavo. Televisión. Legislación. Héroes. Villanos. Historiadores. Ocultamiento. Indio. Español. Negro. Mestizo. Tradición. Ritual. Cristero. Guadalupano. Cura Hidalgo. Marcial Maciel. Abandono. Abuzo. Marín. Calderon. Justicia. Gastritis. México 2008.

*fragmentos 1, 5 y 22 De “Los sentimientos de la nación” declarados por J.M. Morelos el 14 de sep. de 1813.

Enfermo de las Cosas

15 horas de literatura, varias tazas de café, una botella de vodka, jugo de naranja (que no termina por suplantar el jugo de uva); termino por escribir bajo la luz de un foco que insiste en bailar impertinentemente… las cosas siempre me han molestado; igual que si estuviera enfermo de lo mismo de aquel Oliveira de Paris.


Varios delicados en el cenicero y una chora en la memoria, cuando menos la voluntad me ha servido de algo; también yo creía que tenía más voluntad; creí que unos cigarros, unas horas de lectura y, quizás, en el lejano caso en que volviera a habitarme a mi mismo, las últimas letras que vería en este día contendrían la respuesta nítida de la clave inconclusa. Buscando a ciegas la luz oscura, la llave que abre la puerta a ningún lugar, no hay demasiado tiempo para pensar… ¡escribir rapsodias me parece tan repugnante! Siempre terminando en lo mismo sin poder asirnos a un celestial domingo.


Es tiempo de evasión; qué el escritorio siga siendo un desastre con la promesa de algún día, seguirá la ropa esperando en la lavadora, algún día una mano bondadosa presionara el On; el Off me parece un poco más agradable que las vueltas rabiosas que nada limpian.


Yo voy, lobo estepario…


Enfermo de las cosas…


Suicidio metafísico en el rió de la materialidad… en el siguiente párrafo me mato…


En la arena los pies comienzan a llevarme en dirección opuesta, en el asfalto me he quemado los callos y sigo pensando que aquello que se ve en el asfalto cuando el sol llega después de la lluvia no es vapor, sino el alma de los vivos que no pueden saber que tan muertos están.


Habría que comenzar a contar la historia desde los hechos para alcanzar después a los sentidos, habría que desnudarnos primero para revolcarnos en el fango de la verdad, pero pienso tan poco en sexo que ahora simplemente prefiero no quitarme la ropa, al fin que con la verdad nunca llega el orgasmo. ¿Cuánto tabaco hace falta para comenzar a respirar como intelectual? ¿Cuánta cordura para pensar como un loco? Una botella de vodka para emborracharse, pero ¿Cuántas palabras para desnudar a la verdad? ¿Qué le dices para que se quite la ropa? Baile de foco.


Un cuento con acontecimiento, un experimento que intenta demostrar su hipótesis de insinuación. Los juegos de la mente se siguen dibujando en colores sin nombre, cantando y dejando secuelas más que conclusiones. La verdad se va a las fiestas y sólo coquetea a los borrachos; precisa que le den amor sólo para guardarlo en su cigarrera y fumárselo en 5 minutos. Llega rompiendo plaza sin dejarse ver completa, sólo como insinuación de su alguna vez presencia. Después de verle, todo es silencio. ¡¿a quien estas mirando?!


Lapicero verde, caligrafía familiar, ideas inexistentes que no terminan de probar su punto con la mera expresión insinuada, ese debe ser el precio del vodka. 15 horas de literatura no se curan con filosofía; la filosofía emborracha y te pierdes cuando subes al colectivo… no me vea así señora, ¡soy adicto! ¿Por qué no mira que estoy enfermo?; el otro día un encendedor me pegó una calentura y un panfleto me contagió de cáncer… hay ríos metafísicos… debe haber lagos y fuentes también. Probablemente por debajo de está casa viaje el desagüe de lo metafísico, debe ser en la regadera donde siempre me baño. ¿es agua, fuego o piedra la metafísica?


Yo voy, lobo estepario, trotando


por el mundo de nieve cubierto…


Que mi triste destino me ahuyenta y espanta…


y así voy llevando mi mísera alma al infierno*


La música bosteza por las escaleras, el segundo piso no está aquí, sin embargo la música baja en cascada por cada escalón. La música avisa que es hora de otro cigarro… más jugo de maíz y naranja… hundo mi garganta en la nieve… hace frío y tengo las manos heladas; es normal que en estos casos se hunda la garganta en la nieve. Enfermo del mundo mi polo-yo se va de vacaciones. ¡Me disgusta tanto leer una rapsodia! Es hora de encender un delicado.


El café frío y el vodka caliente. El río metafísico no puede tener temperatura, pero se sigue sintiendo frío, talvez sólo debería mojar los pies, talvez esté sentado sobre un castillo de nieve… hundo mi garganta en la nieve; sin saber que decir, ¿cómo evitar desanimarme?


Enfermo de las cosas sólo se puede hacer literatura, no hay mucho espacio para la metafísica si te llevas a cuestas. ¿Cómo se puede jugar a que no pasa nada si pesas tanto sobre tus propios hombros? En un libro viejo alguien jugaba a que era Cervantes, pero le pareció demasiado fácil. ¿qué tan difícil debe ser uno mismo para que jugar a ser Cervantes resulte más fácil que encender otro delicado?


El espíritu es el receptáculo de todo lo mío, de todo lo que se puede llamar mío… ¡yo no lo hice!; no estaba ahí y el polo-yo hizo una fiesta, no miré las ventanas alumbradas ni a los invitados destrozando mis cosas, quiso llamar mío lo que siempre fue de él… mi polo-yo no quiso traicionarme, pero nunca fue una persona serena… ¡pobrecillo se siente tan culpable! Ya no importa pequeño; te he perdonado.


Voy encontrando colores sin nombre y voy dibujando sus letras, me revuelco con la verdad y la dejo yacer sobre la cama, virgen todavía, sigue inmaculada, pero yo ya no soy mi polo-yo; lo mando de vacaciones y no regresará; he reclamado el derecho sobre la vida que siempre será mía. Quiero escribir mi-propia-mala-literatura. Voy siguiendo con sigilo, pero sin acierto, me gusta llevarte de escudo; injusticia aún sin castigo. Detrás siempre va mi polo-yo, me gusta ir primero.

Detrás de la cama me escondo cuando tocan la puerta y reconozco a quien toca, he visto su rostro en los colores que dibujan los sonidos de su mano sobre la puerta, curiosa cosa esa de la acústica. Estaba tosiendo el nombre de los colores y me permito equivocarme ¡más cerca!


Cuando los fantasmas te tocan los pies, las orejas se congelan… curiosa cosa esa de la parapsicología, ciencia enferma. Una tormenta fantasmal avisa a los hombres que las aguas, alguna vez frías, comienzan a quemar la piel. Lluvia metafísica me avisa que perderé el sueño en la siguiente taza de café, los fantasmas prometen la tregua en la consumación de un lejano encuentro… ¿acaso en el siguiente sueño? Se retiran a dormir.


Habitación oscura. A pesar de todo, sigo extrañando el baile del foco intermitente. Cuando el día se ha terminado no queda más: cerrar los ojos y descansar el cuerpo, mañana tendremos fiebre, pero no habrá otra vez un polo-yo, sólo yo.


…sigo soñando en colores sin nombre…


Sobre la cama ya no hace falta aprender sus sonidos; sí crees haberlo comprendido todo, sólo queda una cosa por decir: no haz entendido una sola palabra.


* Fragmento de otro, recortado sin intención alguna.

Black


Hoy, cada color pierde su infinita tonalidad y se tatúan de negro las piedras, los pájaros y el aire que nos respira (metáfora robada de una música triste)
El tiempo se detiene y los colores se confunden en un solo tono; cuando todo se inunda de negro el gris se confunde con luces y esperanza a la pupila. Las piernas me tiemblan en las sombras desesperanzadas y quietas que se vienen congregando en el secreto de los parpados cuando los ojos se cierran.
En la noche de los cuervos la luz quiere anunciarse en tonos grises, buscando a hurtadillas la clave penosa, la fuerza de la luz oscura es ilusoria; pinta de negro a cualquier arco iris.
Un punto mágico en el universo, una razón para buscar, las formas mágicas en el asfalto o la promesa insatisfecha de conocerlo todo, no se pueden buscar a ciegas en la oscuridad que tiñe de negro cualquier horizonte, ausente de todos los colores.

Ave Tele! los que vamos a morir te saludamos!!!

Si el hombre no hiciera buenas obras, no sería creyente.
Pero él las hace, venciendo las resistencias del egoísmo; él se ha sentido ser,
alguna vez, creador de bien; por esto espera. Porque el bien ha llegado muchas veces,
puede llegar hoy; porque ha sido antes, puede ser ahora,
en este mismo instante puede ser. (Antonio Caso)


En las noches cierro los ojos y miro fantasmas que llegan de aquellos días... pesadillas… soñé que nacía un nuevo Cesar y que a todos nos quemaría como aquel que pretendió salvarles de la corrupción y el pecado. Talvez haya sido la exaltación o la impotencia acompañando al insomnio, pero aquel sueño parecía tan real que todavía intento discernir lo onírico de lo virtual. Ahrora estoy mirando fantasmas; cuando cierro los ojos las pesadillas vienen antes del descansó, todavía puedo ver el fuego y sentir como me quema los ojos, se saturan los oídos con los gritos, lamentos y voces temblorosas por seguir hablando, se sigue negando a despertar. Todos los poemas tienen lobos, menos dos, o tres, talvez sin mirar hacia arriba se pueda escupir al cielo. Todavía secándome las lagañas he tenido que comenzar a narrarles la pesadilla en la que el Cesar volvió en dolby digital y sonido envolvente en sus 5 millones de canales. Sé que puede parecer un sueño demasiado emparentado con los miedos que infunde sólo el señor de las tinieblas, pero debemos recordar que la realidad siempre supera a la fantasía o, en este caso, a nuestras más ufanas pesadillas.

I. Un sueño de ayer
Cada conciencia rellena arbitrariamente los espacios que le deja su percepción; imaginamos lo que nos hace falta en la percepción de nuestro mundo inmediato. Pensamos en nuestro mundo demasiado poco, egoístamente imaginando lo que nos haga falta. Pienso, que aquello que veo en mi cabeza es idéntico a lo que pasa de manera real en el mundo de los demás. Confusión entre dos tipos de racionalidad.
Pensamos que el mundo, México, está dividido entre bandos contrarios (dos). Decidimos creer arbitrariamente. Cada cabeza es un mundo se convierte en un principio rector y ya no en una frase dentro de un contexto. Completo la poca información que me llega de lo que veo con lo que imagino; decido creer en los discursos de las personas a las que de antemano ya he elegido para creer. Sin asumir el riesgo de preguntar y explorar las opiniones contrarias, decido no creer en el cambio de zapatos, para no tener que enfrentar la desprotección del riesgo que conlleva el pensar reflexivo, moviéndome en el cálculo y la valoración superficial no correré peligro alguno por pensar.
Algunos van más lejos y se atreven a hablar de las personas a su alrededor como sí estuvieran hablando de personas reales y no de ideas existentes sólo en su conciencia, como sí no fuesen sólo ideas en mi cabeza. Asumiendo la responsabilidad de valorar reflexivamente es obvio que salimos de nuestro ámbito familiar; ámbito que construimos como barrera frente al cambio, que siempre nos arriesga, abandonamos nuestra esperanza al miedo que siempre la acompaña; la cuota de equivoco que existe en cualquier riesgo que corremos la olvidamos a favor de vivir en paz.
Los actores de la comedia trágica de nuestras elecciones pudieron convencernos a todos para que creer en su opinión parcial y ficticia como si al escucharlos nos enfrentáramos de manera real con la verdad indiscutible que se infiere de la lógica y la razón, pero además, de la buena voluntad cuasi-religiosa de nuestros santos gobernantes. Desafortunadamente, la mayoría ha tenido que elegir a la televisión como su contacto inteligente, libre y objetivo con el mundo. Reflejamos todos los días nuestra adicción a no pensar y nos sentimos felices de recibir opiniones prefabricadas de nuestra caja de sueños.
Mientras Televisa y tv Azteca reclamaron como propio el derecho de inyectar credibilidad al IFE, las personas (el individuo irreducible que conduce la combi o que ofrece cátedra en la universidad) del país prefieren creer que piensan con el sólo hecho de ver las noticias en la tele y de vez en cuando algún programa de los llamados de “análisis” político. Las televisoras de nuestro país van en camino acelerado a convertirse en la fuerza de credibilidad más grande, serán muy pronto la única opinión que goce de respeto. En un futuro no muy lejano acudirán millones de simpatizantes a marchas, plantones y firmas colectivas de documentos que le rogarán a los conductores honorables de la televisión nos den su mejor opinión sobre nuestra propia vida, sólo podremos salir a la calle cuando sea un buen día, según la opinión más respetada del horóscopo.

II. Si sale en la tele sabe lo que dice
¿Qué clase de libertad podremos sufrir en tales circunstancias?
La libertad del mexicano nunca ha sido precisamente típica o fácil de identificar, incluso de ser defendida. Nuestras decisiones se endurecen por la cantidad de personajes, empresas e instituciones que han comenzado a jugar su propio juego, además de jugar por sus propios reconocimientos, pero en donde el único calor que se propone es el de tener (como posesión enfermiza y atrayente) y no el de ser, cualquier valor de ser podría citarse en contraposición a el tener y siempre saldría victorioso de tan dispareja confrontación, el problema es que en toda confrontación es difícil no temer la derrota y siempre será más cómodo vivir con la duda y sin cicatrices que con la derrota en nuestro corazón.
Todos los personajes nos dieron muestras brillantes de su capacidad para imaginar las declaraciones más desapegadas a la realidad. Las opiniones de los “periodistas” de la televisión siguen describiendo muy bien el mundo “irreal” de sus cabezas, pero sospechamos que muy poco saben del mundo al que supuestamente están definiendo, la sospecha fundada en la poca o nula adecuación de lo que se escucha con lo que se vive en el México que no se define en bandos y militantes. Es difícil mantener la calma y la objetividad cuando se mira la tele; Hablan las personas de la tele, los más escuchados en tiempos difíciles, de su mundo irreal y se comienza a creer que un personaje como el de Carlos Marín es gracioso y que Loret de Mola es un joven suspicaz con comentarios valiosos, sin atender a lo que se dice y el porque de lo que se escucha. Demasiado cálculo y análisis de posturas y poca reflexión sobre los datos que generan las posturas.
Hay que reconocer que la televisión ha sabido desde su aparición pescar en los ríos revueltos; hicieron mejor campaña electoral que ningún otro partido político. Ante el poco interés que despiertan los candidatos registrados y ante la división, que la misma tele contribuyó a fomentar, los llamados “ciudadanos” quisimos creer que la verdad está en todas partes y que la tele, desinteresadamente, nos ayudaría a mirarla con el mínimo de esfuerzo. Tan bien ha sido elaborada su campaña que creemos: sí sale en la televisión es porque sabe lo que está diciendo; siempre ha sido menos riesgoso creer en opiniones autorizadas que pretender pecar de ciudadanos libres.
Adormecidos como somos los seres humanos, los medios han optado por tomar en sus manos la responsabilidad de un papel más activo en el país que comienzan a reclamar como bajo su cuidado. El único valor creativo en la televisión consta en las formas y estrategias para fabricarse un doble discurso que en cualquiera de los casos puede venderse como real; Márquez estaba viendo las noticias cuando dijo que la realidad siempre supera a la fantasía y Caso debió lamentar no poder hablar de tal problema, cuando menos nosotros debiéramos lamentarlo.

III. Sólo una escala más de agotamiento
El nivel cultural de nuestro país no da para mucho más; nos han vendido la idea de que pensar y leer es aburrido y poco fructífero, o cuando menos no es tan valioso leer un libro sobre la historia de México que ver uno de los objetivos, bien realizados y veraces reportajes de Clío. Preferimos ver noticieros y evitarnos la tediosa labor de investigar, conversar o discutir nuestras ideas, veamos mejor los noticieros y sigamos imaginando lo que nos haga falta. Sigamos dormidos y cuando despertemos tendremos que ver lo necesario (requisito indispensable) de contar con un equipo de transmisión televisiva para aspirar a un registro de partido o salir en la tele para ser una opinión autorizada. Ya veremos cuando nos despertemos que las fuerzas políticas de nuestro país nada tendrán que ver con la democracia, cuando menos esa palabra perderá su significado, aunque en realidad no significa demasiado hoy, hoy, hoy...
Los mexicanos diremos cada vez menos de nuestras vidas. Nunca hemos tenido el control de nuestros destinos, como país o como personas, pero cada más vez rápido perdemos lo que ya sabíamos y como respuesta nos sentaremos a mirar en la tele como va avanzando nuestra desolación y como cada vez hablaran del mundo de ellos, en el olvido quedaran nuestros sueños y aspiraciones cuando ya nada podamos hacer por intervenir en nuestro propio mundo inmediato.
Sólo veamos lo que sucedió con los punteros: Mientras Obrador le hablaba a una sociedad civil inexistente, Calderón (y todos sus etcéteras) vendieron la idea de que esa misma sociedad existe y ha existido siempre, pero ya hizo todo lo que le correspondía y es propio de la democracia enajenar nuestra libertad a quienes deciden por nosotros desde el mismo momento en que enajenamos nuestro voto. Los únicos que entienden nuestro sufrimiento y dolor al pensar son los simpáticos y comprometidos reporteros y conductores de la tele que nos mastican la información, evitando que el mundo se nos haga complicado. Uno de nuestros paladines de la justicia fundó toda su confianza, y la esperanza de los que le siguieron, en el voto x voto y el otro (el presidencial) hizo la venta de su vida ofertándose como el presidente de las tres B: bueno, bonito y barato, en el medio nosotros, pero expulsados de cualquier opinión que no tenga que ver con acudir a una casilla y ya; Es difícil creer que todo lo que podemos hacer por nosotros mismo sea marcar una cruz sobre un rostro y repetir la mecánica tres veces cada año de elecciones.
Se decía que los seguidores de Obrador se iban a cansar, pero olvidamos que ya estaban cansados; cada nuevo y hermoso amanecer en este divino país acaba con las fuerzas de vivir y de hablar de miles de mexicanos. México comienza a dividirse en los mundos imaginarios de unos cuantos (los pacíficos, los renegados, los impunes, los objetivos, los radicales, los panistas, los perredistas, los ciudadanos, etc...) gracias a las espectaculares campañas televisivas, y gracias también a que a los mexicanos nos agrada y llena más la alta definición que el mundo rasposo y complicado que nos rodea desde que abrimos los ojos hasta que los cerramos. Ojalá alguna vez abriéramos los ojos aunque fuera por un momento, ojalá alguna vez la tele deje de bombardearnos con buenos programas o se vaya la luz para poder respirar por un momento, será un buen momento, a pesar de las perdidas millonarias en publicidad y producción de buenos y educativos programas. Podremos en ese momento tener tiempo de pensar y un buen porcentaje de los hombres sin tele se arriesgaran a pensar y talvez comencemos a exceder la tele con un poco de respeto por lo que significa nuestra libertad.

IV. Nuestro Santo Patrón del Satélite Morelos II

Las televisoras se han regodeado proyectando su idea de mundo del aparato a nuestras cabezas, porque los mexicanos, igual que casi todos los pueblos en el mundo, hemos decidido renunciar a nuestra libertad. Somos libres de proyectar nuestra propia idea de mundo, pero no tendría el mismo alcance que una espectacular telenovela y poco a poco no venimos sumiendo en el miedo y en la protección ficticia de no cambiar.
Es tan difícil hablar y ser escuchado que pretender un ejercicio de comunicación resulta demasiado confuso; es terriblemente difícil preguntar y escucharle a alguien sus opiniones e ideas que preferimos decir que ya sabemos lo que piensa y sí no: podemos imaginarlo sin ningún problema. La imaginación entendida en un mal sentido; desaprovechada en la quietud, cuando la imaginación a significado siempre un riesgo, el riesgo valioso de transformar y tomar la muerte como el momento cumbre de nuestra existencia y no como el último descanso.
¡Mundo raro en el que vivimos! Algo es seguro: sin importar lo que pase con el sexenio de nuestro presidente electo, paisano de todos nosotros, y las estrategias emprendidas por los diferentes y contrarios actores de nuestra política nacional, la credibilidad de las televisoras estará intacta. En un futuro cercano podremos ver como entregamos nuestra libertad y nuestro país al mejor conductor de noticias. La imaginación, la libertad y nuestros anhelos seguirán secuestrados en el mejor programa, no podremos ver que estamos enfermando y permitiremos que nos digan cuales son nuestros síntomas, será más fácil dejar que lo hagan, porque lidiar con el dolor es demasiado para un simple ciudadano. Cuando menos tendremos la esperanza de ver reflejados nuestras vidas en algún espejo, talvez en algún lugar se esté produciendo el programa que nos abra los ojos, pero hasta ese entonces todavía nos queda demasiado tiempo y no tantas fuerzas.
Podemos también fundar nuestra esperanza en el riesgo de la imaginación, podremos, quizás, corregir nuestras cegueras y dirigirnos con miedo, pero también con esperanza, hacia la transformación de nuestro mundo propio. Que bueno que la imaginación sea indestructible y que esté siempre como supuesto de cualquier persona, que bueno que su presencia pueda salvar, es una lástima que se duerma con los programas de la tele y es una lástima también que nuestras vidas estén, cada vez más, saturadas de ocupaciones y compromisos especulativos; desafortunadamente la conciencia no puede ocuparse de demasiadas cosas en un mismo instante, pero en algún momento tendremos tiempo… en la pausa del elevador que se descompone, en la llegada tardía del colectivo o de la combi, o en el insomnio de una noche, corolario de un día difícil, encontraremos las condiciones para imaginar.
Sé que puede sonar como una insensatez; seguir creyendo en la voluntad de los hombres y esperanzarnos con la llegada de un momento de lucidez humana en la cultura golpeada y maltratada de la mexicanidad, pero cuando pase, cuando nos sea posible mirar a los ojos de los demás y advertir comprensión y voluntad de vivir para todos, en ese momento lo entenderemos de forma clara y la existencia de la comprensión común podrá borrar de todos los rostros el miedo. Apostemos por la esperanza y la comunión, soñemos con el momento preciso en que ya no haya otro programa en la tele y podamos conversar para ponernos de acuerdo en el rumbo y dirección que deberemos seguir. Cuando el momento ocurra la esperanza no desaparecerá y con ello tampoco el miedo, pero podremos inaugurar una nueva época de acompañamiento. Sólo con la fuerza de los todos podremos apagar el fuego de nuestra Roma americana.
Mientras ocurre sigamos esperando a que nos llegue la serenidad para entender y sigamos repitiendo:

Ave tele, los que vamos a morir te saludamos.


…¡estoy despierto, estoy despierto!…

Escritura Vagabunda

(O la razón por la que los locos aprendieron a escribir cuando se les fue el tiempo navegando por los ríos de la casualidad empeñándose siempre en parecer destino a los ojos de los crédulos que jamás comenzaron a terminar lo que ellos no iniciaron basados sólo en la causalidad)

Antes que nada debemos atender a lo siguiente como si fuese una norma: En el difícil mundo de la caridad se aprende con la práctica y en virtud de ella es que se crece día a día; se pueden ofrecer senderos o vías de acceso, pero serán nada más especulaciones dado que cada vagabundo o chepe del mundo es responsable de aprender y desarrollar su propio camino para encontrarse en su propio destino. Sólo estará ahí cuando sus propias habilidades le conduzcan por todo el camino necesario.

El arte de vivir en la calle ofrece una cantidad gigantesca de libertades, pero cada una de ellas acarrea una nueva responsabilidad, por ello, aunque en nuestra mente sólo exista la idea de aquello que andamos buscando no debemos olvidarnos de la observación y aprendizaje de nuestro entorno, a pesar de lo mucho que el entorno disguste a la utopía fantástica de nuestra cabeza, es primordial echar una mirada a la realidad de vez en cuando. Este intento de aportación a la causa tiene que ver con Morelia y tomándola como ejemplo intentaremos esclarecer algunos de los elementos a considerar por todo hombre libre de la hipocresía, de la intolerancia y de las ignominias que causan el agua y el jabón.

Vivir en la selva

Toda ciudad es distinta y única, por lo que sólo se pueden sugerir estrategias de acción, pero lo más importante aquí es desentrañar la esencia de la ciudad para poder manipularle en su ser caritativa, sólo así podremos acercar a las personas a su lado más sensible pa´ que si nos den pa´ un taco.

Morelia es una ciudad con dos caras distintas, no opuestas, pero tampoco emparentadas. Cuando se vive bajo el periodo escolar la ciudad está plagada en calles y negocios por estudiantes, en su mayoría muertos de hambre, pero de buen corazón. Más de uno ofrecerá de 2 a 5 pesos… lo sé, lo sé, es una ofensa, pero debemos recordar que los pobres no tienen más que ofrecer que su buena voluntad porque siguen trabajando toda su vida a cambio de nada… así es este país y debemos aceptarlo tal cual es con errores limitaciones y ladrones… en fin, procuren mantenerse ecuánimes ante la grosería y piensen que entre los estudiantes podrán encontrar los discípulos necesarios para comenzar por fin la dominación mundial.

Y bueno, la otra cara de la ciudad aparece en la época vacacional. Es una ciudad con turistas de cualquier lado del mundo, por lo tanto viene dinero de todos tipos y colores. Sí, fluye más el dinero, pero es más difícil conseguirlo porque la disposición a escuchar la verdad no es tan efectiva como la de los habitantes de la otra Morelia. En está época hay que concentrarse en el centro histórico olvidarse de la periferia es algo que el mismo gobierno hace, a las afueras se vive sin otra ley que el dinero, así que por lógica nosotros no tendríamos demasiada protección jurídica en esos lugares sin ley, así que en Morelia no hay nada que ver más allá de la cantera. Es importante conseguirse un buen refugió cercano al centro porque es allí donde encontraremos una fluyente derrama económica afín a nuestros sueños de dominación mundial. Es bueno mantenerse rondando cerca de los lugares caros y exclusivos, pero no debemos olvidar guardar la distancia con los trabajadores asalariados de esos sitios que suelen ser extremadamente violentos. No piensen mal, no son malas personas, pero son explotados; obligados a trabajar durante toda su vida jornadas dignas del esclavismo se han ido convirtiendo en entes capaces de las actitudes más violentas. Ante tal presión no les queda otra que desquitarse con los siguientes en la escala de los seres menos importantes de la sociedad (Nosotros los vagabundos), pero todo eso cambiará cuando consigamos la dominación mundial y reinemos en una utopía de basura, tierra y comunión.

Cuidado con el Tira

Los espacios abiertos como las plazas públicas no son buenos lugares para nosotros, es difícil ocultarse de la policía y además ellos se muestran más agresivos cuando pueden exhibir todo el poder de la fuerza pública ante los aplausos de los transeúntes deseosos de sangre inocente. Lo recomendable es conseguirse un buen mapa turístico de la ciudad(no se preocupen existen alrededor de 30 distintas versiones) y moverse cerca de los lugares turísticos llegando por los callejones, es cierto que operan asaltantes, pero si somos disciplinados con el uso del agua y el jabón nuestra fragancia podrá defendernos fácilmente de un ataque de estos malositos. Los policías tampoco son malas personas, pero después de no poder golpear a nadie en todo el día pueden sentirse atraídos a golpear salvajemente a algún vagabundo insignificante, antes de desquitarse con algún miembro valioso de la sociedad como les pasa luego en las manifestaciones. No estoy seguro, pero creo que desde tiempos de la conquista opera una ley en Morelia que obliga a bañarse a los ciudadanos para poder seguir sustentando sus garantías individuales. Las sanciones van desde baño obligatorio hasta humillación pública según sea el humor del policía que haga de Juez en el momento de ser denunciado el agravio. Después de no bañarse durante 30 días la persona renuncia a sus derechos constitucionales. Pero todo esto cambiará cuando… bueno ya saben.

No hay una manera efectiva de vivir en el mundo como un vago y evitar siempre las golpizas. Lo más que está en nuestras manos es confiar en nuestras técnicas de camuflaje y desaparecer en la invisibilidad cuando nos persiga alguno. Si hemos podido conseguir algo durante el día tal ves podamos evitar alguna golpiza con un soborno, pero recordemos que nada es garantía. Es importante aprender a no reclamar y quejarse lo menos posible para no ser golpeados con excesiva brutalidad. La única forma de terminar una pelea rápido en estas circunstancias es perder pronto el conocimiento, así que roguemos por golpes efectivos y certeros que inconcientizen con precisión matemática.

Educar a las masas

La juventud será de gran importancia para conseguir dominar con efectividad en el mundo. Es importante que no desdeñemos la participación de los jóvenes en la revolución que se avecina. Es deber de todo veterano el observar a los futuros candidatos de nuestro ejercito. Particularmente en Morelia no existe una organización adecuada de la educación, los conflictos entre los universitarios y las constantes intromisiones de la política en las instancias educativas han puesto a los jóvenes en una posición de ignorancia respecto de los problemas trascendentales. Ante ello es necesario que tomemos en nuestras manos la tarea de educar. Únicamente con la existencia de una sociedad enterada del poder indisoluble de la verdad se realizará por fin la utopía soñada y dominaremos por fin la dirección que deberá tomar el mundo.

Mucho hemos mencionado sobre los problemas trascendentales del mundo, pero poco hemos aclarado al respecto, lo cual constituye una descortesía que ya vamos en camino de reparar. Para aquellos que no lo han escuchado presten atención porque definiremos en las siguientes claves el origen, el sentido y el destino de la vida: rFlsaLD OSD AMMDASDEAE OO = DsdEMR AKKLsaASD-021007-MMMAdsd DES AOA OA DE 45612340` ´DA ´DERYYCX. XXY 30 OCT 03 301207…sssssss…

Me quedé dormido sobre la banca del parque y cuando desperté me dolía la cabeza, comencé a pensar en el tiempo que había pasado y pensé en largarme al campo para buscar la unidad, volverme uno con la tierra, explorar las transformaciones de la conciencia y convertirme al fin en el Zaratustra que siempre quise ser por medio de las transmutaciones de mi espíritu… Sería la única manera de conseguir dominación mundial para mis súbditos y no quedar como uno más de los charlatanes en la plaza que prometen utopías.

Tu mamá no me quiere, dice que soy un vago…