Yo sé bien que no soy lo que esperabas.
Tú tampoco.
Es verdad que hemos aprendido del mundo lo que nos enseñó, solo hubiera querido que el mundo no fuera lo que es, pero aprendí también que mis deseos no conspiran para cambiar nada, que nada cambiara con el puro deseo.
Peor aún, el esfuerzo tampoco ofrece otra recompensa que no sea sobrevivir.
No encontré formula secreta.
Quisiera tener para ti una certeza que se pudiera compartir
Solo sé que no tengo nada.
Solo este imperfecto yo.
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